Con pocos trazos logro un efecto tridimensional. Pero a diferencia de las pinturas, no me considero el autor de estas obras. Soy un canal; existe un diálogo entre la piedra y yo. Muchas personas lloran al verlas; no por mi trabajo, sino porque reconocen que tienen la misma habilidad. Después, ellos también ven cosas. Su percepción cambió para siempre.
Ciruelo Cabral, 19 de enero de 2005